sábado, 14 de agosto de 2010

¿EXISTIÓ JESÚS? MINTIENDO POR LA IGLESIA (Parte 5 de 16)


La edición y formación de la Biblia vino de los miembros de la antigua Iglesia Cristiana. Ya que los padres de la Iglesia poseían los textos y determinaron lo que aparecería en la Biblia, hubo mucha oportunidad y motivos para cambiar, modificar, o crear textos que pudieran impulsar la posición de la Iglesia o de los miembros de la Iglesia mismos.
Tomen, por ejemplo, a Eusebio quien sirvió como historiador eclesiástico de la iglesia y como obispo. Él tenía gran influencia en la temprana Iglesia y abiertamente fomentaba el uso de fraude y engaño para impulsar los intereses de la Iglesia (Remsberg). La primer mención de Jesús por Josefo vino de Eusebio (ninguno de los padres tempranos de la iglesia mencionan al Jesús de Josefo). Por lo que no es sorpresa el que muchos estudiosos piensen que Eusebio interpolaba sus escritos. En su Historia Eclesiástica, escribe, “Debemos introducir en esta historia en general solo aquellos eventos que nos pudieran ser útiles primero a nosotros mismos y luego a la posteridad”. (Vol. 8, capítulo 2). En su Paeparatio Evangelica, él incluye un capítulo titulado, “Cómo Puede Ser Legal Y Correcto Usar La Falsedad Como Medicina, Y Para El Beneficio De Aquellos Que Quieren Ser Engañados” (Libro 12, capítulo 32).
La Iglesia tenía tal poder sobre la gente, que el cuestionar a la Iglesia podía resultar en la muerte. Independientemente de lo que la Iglesia asevaraba, las personas tenían que tomar como “verdad”. San Ignacio Loyola del siglo 16 escribió: “Debemos siempre estar dispuestos a creer que aquello que nos parece blanco es realmente negro, si la jerarquía de la iglesia así lo decide”.
La Iglesia ortodoxa también luchó contra otros cultos Cristianos. Irenaeus, quien determinó la inclusión de los cuatro (ahora canónicos) evangelios, escribió su famoso (por malo) libro, “Contras Las Herejías”. Según Romer, “El gran libro de Iranaeus se convirtió en la vara para medir las grandes herejías y sus refutaciones, el punto de inicio de las inquisiciones posteriores, pero simplemente diciendo lo que no era el Cristianismo, de una extraña manera invertida, se convirtió en la definición de la fe ortodoxa”. (Romer). La Iglesia temprana quemó a muchos herejes, junto con sus textos sagrados. Si un Jesús existió, tal vez los escritos de testigos presenciales fueron quemados junto con ellos por su naturaleza hereje. Nunca lo sabremos.
En el intento por salvar la Biblia, el respetado revisionista y estudioso Bruce Metzger ha escrito extensamente sobre los problemas del Nuevo Testamento. En su libro, “El Texto del Nuevo Testamento – Su Transmisión, Corrupción y Restauración”, Metzger habla de: los errores provenientes por mala observación; errores proventientes por mala escucha; errores de la mente; errores de juicio; aclarar dificultades históricas y geográficas; y alteraciones hechas por consideraciones doctrinales. (Metzger).
Con tal intransigencia de la Iglesia y la admisión a mentir por su causa, la quema de textos herejes, errores y alteraciones Bíblicas, ¿cómo pudiera cualquier estudioso honesto tomar cualquier libro del Nuevo Testamento como absoluto, mucho menos tomando textos que apoyan la posición intolerante y sesgada de la Iglesia, como evidencia confiable?

Fuente: Dios es Imaginario-www.diosesimaginario.com
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