miércoles, 26 de enero de 2011

BETELGEUSE Y EL AÑO 2012

De verdad, tengo que seguir mis instintos. Tan pronto como vi el artículo en el sitio web de news.com.au intentando desesperadamente vincular la supernova de Betelgeuse con la estupidez sobre los Mayas y 2012, mi primera reacción fue escribir sobre ello.
Pero no, supuse que un minuto más tarde, esta historia habría desaparecido, por así decirlo.
Debería haberlo sabido: En lugar de marcharse, fue captada por el bastión de la anti-ciencia, The Huffington Post.
Betelgeuse

Grrrr.
La ciencia real del artículo original está bastante bien; charlaron con el científico Brad Carter, quien discute sobre el escenario de Betelgeuse como supernova. El artículo es bastante interesante – escribí sobre ello en detalle la última vez que apareció la estupidez del estallido de Betelgeuse – pero, para abreviar, Betelgeuse es una estrella súper-gigante roja en Orión de aproximadamente 20 veces la masa del Sol, y está muy cerca del final de su vida. Cuando estrellas con esta masa mueren, estallan como supernovas. La distancia a Betelgeuse no está clara (tiene una atmósfera externa muy inflada que hace que la determinación de su distancia sea algo compleja) pero está aproximadamente a unos 600 años luz de distancia, demasiado lejos para hacernos daño.
Es en la cuestión sobre el cuándo, donde los dos artículos se desbocan. Betelgeuse puede explotar mañana por la noche, o puede que no lo haga hasta el año 100 000. No lo sabemos. Pero dado un rango tan amplio, las posibilidades de que estallen en el próximo año son bastante bajas. Y, claramente, el artículo original está tratando de vincularlo con la fecha de 2012, incluso cuando no tienen nada que ver. La vinculación fue un destartalado enlace a rumores en la red sobre el tema, pero eso es todo.
Lo que es peor, el artículo de HuffPo atribuye la fecha al propio Dr. Carter, pero en el artículo original nadie dice nada de eso; la conexión la realiza el autor del artículo. Dado lo popular que es el HuffPo, imagino a un montón de gente que ahora creerá que hay un científico de verdad que dice que Betelgeuse estallará en 2012.
OK, entonces te digo esto: Soy un científico de verdad, y diría que las posibilidades de que Betelgeuse se convierta en supernova en 2012 – mucho menos cerca de diciembre, la supuesta fecha del apocalipsis – son de unas miles contra una. No es imposible, sólo muy, muy, muy, muy, muy, poco probable.
De verdad.
[Actualización: CNN, Time, y otros sitios web han abordado también este tema, mayormente repitiendo lo que se decía en HuffPo. Fox News acertó, citando mi anterior artículo sobre Betelgeuse, pero me reí un rato: se equivocaron al tomar el nombre de mi blog y host, y pusieron un enlace que va al artículo de mi amigo Ian O'Neill]
Estoy encantado de que ambos artículos dejen claro que no hay peligro procedente de la estrella, si es que estalla, y sea cuando sea que lo haga. Simplemente está demasiado lejos para hacernos algún daño físico; una supernova tendría que estar a menos de 25 años luz de distancia aproximadamente antes de que empezara a hacer un daño medible a la Tierra, y tendría que estar mucho más cerca para que el daño llegase al nivel de peligro real.
A más de 600 años luz, una supernova sería bastante brillante, pero difícilmente lo bastante para ser un segundo Sol, como dicen ambos artículos. Lo siento, no habrá puestas de Sol como las de Tatooine para nosotros. Ni siquiera sería tan brillante como la Luna llena, en realidad, pero ciertamente mucho más que Venus. Suficiente para crear sombras, lo que en realidad estaría bastante chulo.
¡Y aún sería mejor para la ciencia! Una supernova como esa sería una gran ayuda para la astronomía. Las que vemos están tan lejos que los detalles son demasiado pequeños para detectarlos, pero una tan cercana sería como tenerla en el microscopio. Aprenderíamos mucho. Lo divertido es que, sería tan brillante que los astrónomos tendrían dificultades al usar sus mejores equipos, que quedarían cegados por toda esa luz. Me pregunto cuántos astrónomos aficionados se encontrarían de pronto capaces de hacer la ciencia que no pueden llevar a cabo los profesionales…
Y, por supuesto, lo mejor de todo en la explosión de Betelgeuse es que tendría a miles de millones de personas fuera de casa y mirando al cielo. Betelgeuse está en una parte del cielo que es visible en toda la Tierra, hasta casi el polo sur. Lejos de ser el precursor del apocalipsis, en realidad podría ser el mayor beneficio individual para la astronomía que ha tenido lugar en cientos de años.
¡Tomad esa, vendedores del terror al apocalipsis Maya!

Fuente: http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=1645444964472123702


LA FE EN " LA SANTA MUERTE"

Más mexicanos se acercan al culto de la Santa Muerte
En el México actual ha hecho aparición un nuevo miembro de la extensa familia de dioses que la mente humana ha gestado: La Santa Muerte.

La Santa Muerte, no tan hermosa como Atenea, ni tan alegre como Dionisos, con menos seguidores que Jesús o Krishna, pero igual de irreal que todos los dioses, confirman las palabras del filósofo Lucrecio, quien en el siglo I a.C. dijo "el miedo engendra dioses"

En el México actual, azotado por el flagelo del tráfico de narcóticos, muchos narcos y sicarios hicieron de la Santa Muerte la diosa a la cual pedir protección, lo que me recuerda que en la antigua Grecia los ladrones tenían por dios protector a Hermes. Sin embargo, el perfil de los fieles ha empezado a cambiar. Hoy hay más ciudadanos corrientes que se acercan a pedir favores más corrientes: empleo, salud, vivienda, etc. Se estima que entre 5 y 8 millones de personas son seguidoras de esta nueva divinidad.

Noticia de Undécima Hora

La devoción a la muerte presenta dos situaciones: La gente que pide favores: trabajo, salud; y el de las personas que solicitan protección al cometer crímenes, venganzas o asesinatos.

El interés por conocer más del culto se reavivó tras la noticia de la detención de David Romo, autonombrado obispo de ese credo y acusado de extorsión, dice el diario El Universal.
“Todo tiene un principio y un final”, eso es lo que impulsa la fe que María Luisa López profesa a la Santa Muerte. Ella tuvo su primera aproximación hacia el culto a la edad de 20 años, fue ocho meses después de que su hermano Jorge despertó del coma en el que se encontraba a causa de un accidente automovilístico.

Jorge asegura haber regresado de la muerte dice que se le presentó una singular figura: “La Santísima”. Al recuperarse, él mismo se encargó de elaborar la imagen que ahora resguarda su casa. María Luisa es quien la cuida, pues actualmente él reside en la ciudad de Chicago, Estados Unidos. Desde allá, cada mes manda dinero al Distrito Federal para que el altar de su “patrona” tenga lo necesario: veladoras, flores, inciensos aromáticos y hasta dulces.

Aunque los hermanos López no conocieron a la Santa Muerte desde pequeños, afirman que su fe es sólida, “son pocas las personas que la conocen desde niños, es difícil que te inculquen el culto”.

El escritor Homero Aridjis reafirma lo anterior. “En México la creencia es una fascinación muy fuerte, se trata de un dogma que responde a las necesidades de los seres humanos de esta época, en un momento de violencia, de enorme inseguridad, de drogadicción, de crimen, pero sobre todo de gran incertidumbre”.

Aridjis considera que el interés colectivo en el culto se “reavivó” cuando surgen noticias como la captura de David Romo, obispo del Santuario Nacional del Ángel de la Santa Muerte, por su presunta participación en una banda de secuestradores. No obstante, la curiosidad en dicho fenómeno social dista de ser exclusiva de la prensa. La opinión pública se ve atraída, en primera instancia, por el morbo.

Escándalo no limita la fe de los seguidores de la muerte

Tras la vinculación de David Romo con la banda criminal de “Los Aztlán”, las opiniones se dividen. Hay quien piensa que la Iglesia Católica aprovecha el escándalo para desprestigiar la doctrina. No obstante, para los seguidores de “La niña blanca” se trata de un asunto que no estremece su fe.

María y Jorge tienen firmes sus convicciones, señalan que el caso de Romo para nada compromete su fervor “se trata sólo de una situación desafortunada. Es ingenuo pensar que a consecuencia de esto, ¡de buenas a primeras! cambiaremos de culto. No creemos que los católicos, los verdaderos creyentes dejen su fe de lado por los actos de pederastia que cometen algunos sacerdotes; con nosotros es lo mismo”.

La devoción a la muerte presenta dos situaciones: La gente que pide favores: trabajo, salud; y el de las personas que solicitan protección al cometer crímenes, venganzas o asesinatos.

Si bien no existen referencias exactas sobre cuándo inició la popularización del culto entre los mexicanos, Homero Aridjis, autor del libro La Santa Muerte, afirma que fue a finales de los años 60. Hoy en día se estima que hay entre 5 y 8 millones de creyentes en toda la República Mexicana.

El estudio de la Santa Muerte ha crecido a nivel internacional. La Universidad de Oxford publicará una investigación antropológica para la University Press de Inglaterra, por citar un ejemplo. En Estados Unidos, diversas instituciones educativas también se han avocado a investigar el tema.

Pero eso ocurre afuera. En tanto David Romo, desde la cárcel, se mantiene firme, tiene la convicción de continuar robusteciendo, ahí adentro, el “culto a la Santa Muerte”.

Fuente: http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=1645444964472123702

RELATOS DEL " FIN DEL MUNDO "

Por Ferney Yesyd Rodríguez

Por fin llegó el tan vociferado 28 de octubre de 1992. Veinte mil fundamentalistas en Corea del Sur, Los Ángeles y Nueva York esperaban el segundo regreso de Jesús. Como sabemos esto no pasó. En diciembre de 1992 su líder religioso, el pastor Lee Jang Rim fue detenido por haber estafado a sus feligreses 4.4 millones de dólares. ¿Pero qué pensaba hacer el pastor Rim con ese dinero si el mundo iba a finalizar? Bueno, el pastor había invertido el dinero en bonos que curiosamente no daban ganancias sino hasta el año siguiente de la supuesta venida de Jesús.
Los humanos siempre hemos anhelado que alguien externo a nosotros venga a solucionarnos los problemas. Pero dudo que esto suceda... Muestra de estas esperanzas es un volante que recibí de una señora Testigo de Jehová que titula "¿Quiere vivir para siempre en el paraíso?" El volante proclama un mundo nuevo, sin enfermedades ni muerte. Pero para gozar de este paraíso que vendrá después del fin del mundo tienes que unirte a su grupo religioso, los que no lo hagan serán chamuscados en una batalla que llamas el Armagedón. En el volante se menciona un verso de la Biblia (Isaías 11) donde dice que en el "nuevo mundo" los leones y las ovejas vivirán juntos y en paz, y los leones comerán hierba. A pesar de lo dulce que puede sonar esto, no puedo dejar de ser escéptico a muchas cosas de esta historia, incluyendo lo de los leones que pastarán hierba ¿Cómo podrán alimentarse de pasto con esas muelas carniceras, ese intestino corto, impropio para un pastador, y sin las mutualistas comunidades de microorganismos que les ayuden a degradar la celulosa? ¡Pobres leones! Pero por el momento dejaremos de lado a los mencionados creyentes y a sus leones que comen hierba, para mirar este tema del fin del mundo desde otra óptica: ¿Es reciente el tema del fin del mundo? ¿Desde cuándo se introdujo este elemento en las religiones? ¿Qué podemos aprender de estas predicciones fallidas?
No todas las culturas han establecido creencias relacionadas con el fin del mundo. El hinduismo y el budismo tienen una visión de ciclos de nacimiento y renovación. Incluso el budismo contempla la idea de varios universos simultáneos. Las religiones que promulgan un fin del mundo son el cristianismo, el islamismo y el judaísmo. El cristianismo tomó el tema del fin del mundo del judaísmo al igual que el islam. Sin embargo, pocos saben que las creencias de un fin del mundo no se originaron en el judaísmo.
Hablando sobre el origen de la literatura apocalíptica el historiador Guillermo Fatás de la Universidad de Zaragoza nos cuenta que
"…la literatura apocalíptica es muy antigua y no se origina, como se ha visto con el Cristianismo: la cuna de esta visión particular del fin del mundo es, según todos los indicios conocidos, persa y conexa con Zoroastro. En suma, los apocalipsis tratan del último episodio de la titánica lucha entre el Bien y el Mal, en cualquiera de sus formas, pensamiento que, aunque de apariencia maniquea (de nuevo, la cultura persa), no es ajeno a la Biblia. En su época de esplendor, el complejo de pueblos iranios (medopersas) al que pertenecieron Zoroastro y su religión conquistó Mesopotamía y, con ella, la famosa Babilonia. En Babilonia vivía entonces en cautiverio, con otros pueblos más, la comunidad judía, exiliada a la fuerza desde los años de Nabuconodosor, el último de los grandes soberanos semitas del área. Cuando Babilonia fue tomada por los persas, el rey Ciro permitió a los judíos que lo desearan regresar organizadamente a Jerusalén…"
"En esos años, algunas de las grandes ideaciones literarias del mazdeísmo prenderán con vigor en el judaísmo y desde éste, siglos más tarde, pasarán sin intermediación al cristianismo, como un género ya constituido, completo, en el que solo se introducirán, desde el punto de vista de la estructura general y narrativa, variaciones de detalle y las modificaciones exigidas por la peculiaridad de cada creencia: Ormuz (o Ahura Mazda) y Ahrimán serán sustituidos por Dios (Yavhé) y Satanás o alguna de las concreciones de éste y la mediación salvífica será encomendada al Mesías de la casa de David. Este exordio erudito era necesario para centrar los antecedentes del Apocalipsis cristiano, que naturalmente, están en el Antiguo Testamento. El más importante de esos precedentes es el Libro de Daniel, que narra lo sucedido al profeta judío y a sus allegados durante los reinados de Nabunodosor II, Baltasar (que no fue rey de Babilonia, aunque se le llame así en el texto bíblico), Darío I fue posterior a Ciro II el Grande, al revés de lo que dice el texto profético. Sucede, sencillamente que el Libro de Daniel no se escribió en la época que aparenta estar escrito, sino mucho después, cuando en el judaísmo se puso de moda el género apocalíptico y el redactor ya no tenía conocimiento directo de los sucesos ni acceso a registros fiables sobre la sucesión correcta, muy abundantemente documentada, de los soberanos del Imperio Neobabilonio (el de Nabuconodosor) y del Imperio persa (el de Ciro y Dario)"
—El fin del mundo: Apocalipsis y milenio. Fatas Cabeza, Guillermo. 2001. Pág 44 y 45.
Así pues podemos ver que no son nuevas las doctrinas sobre el fin del mundo. Un recorrido por la historia nos muestra que en diferentes momentos han aparecido predicadores y profetas vaticinando el fin del mundo y escribiendo profecías por montones. De hecho, el libro del Apocalipsis atribuido a San Juan es tan solo uno entre tantos que se escribieron en la época. Había otros textos apocalípticos circulando en las comunidades cristianas primitivas. Estos libros eran El Apocalipsis de Baruc, IV de Esdras, Paralipómenos de Jeremías, Apocalipsis de Abraham, el Testimonio de los Doce Patriarcas, etc. Al igual que existían muchos más evangelios a parte de los cuatro que quedaron oficialmente en la Biblia. ¿Cómo se hizo para seleccionarlos? No fue por la coherencia entre los libros seleccionados, porque existen contradicciones aún entre los libros qua actualmente forman la Biblia. La selección del libro apocalíptico para el Nuevo Testamento no se debió una voz clara del cielo que lo ordenará. En realidad fue bajo la orden del emperador romanos Constantino que Eusebio de Cesarea creo la compilación de textos para la Iglesia Católica, luego San Jerónimo haría una escogencia de textos religiosos que conformarían el Nuevo Testamento y bajo la tutela de los padres de la Iglesia se determinó cuales evangelios, de los muchos disponibles, eran o no "inspirados". La Biblia cristiana que conocemos hoy con su Apocalipsis y el Libro de Daniel fue ensamblada por primera vez en el Concilio de Hipona en el año 393 de nuestra era. Dicho canon fue confirmado en el Concilio de Cartago en el año 397 y nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546 (este último no es aprobado por los protestantes).
Muy temprano en el cristianismo ya tenemos predicas sobre el fin del mundo. De hecho el Evangelio de Mateo pone en boca de Jesús a decir "no pasará esta generación hasta que todo se haya cumplido" refiriéndose al fin del mundo. Pero la primera vez que una gran masa de cristianos se organizó para recibir el fin de los tiempos fue con Montano. En el año 156 en Frigia, una región de la actual Turquía, Montano empezó a predicar el inicio de una nueva era en la iglesia, a la que llamo "Era del Espíritu". Montano predicaba que el fin de los tiempos se acercaba y que llegaría en un plazo muy breve, resurgiendo así la espera de la parusía o segunda venida de Cristo tal como lo habían esperado las primeras generaciones cristianas. Montano tenía a su vez dos mujeres que se decían profetizas: Priscila o Prisca y Maximila, las cuales hablaban cosas ininteligibles en un trance. Por lo que vemos, este fenómeno del éxtasis religioso tampoco es de los tiempos recientes. Montano y sus seguidores creían firmemente que el fin del mundo llegaría pronto y que la Nueva Jerusalén descendería del cielo. Multitudes de cristianos se reunieron para esperar este acontecimiento en la llanura entre las ciudades de Pepuza y Timio. Nada ocurrió. Muchas prédicas y esperas del fin del mundo más habrían de venir, pero ya no por parte de los montanistas.
La forma como los creyentes han tomado estos chascos es muy curiosa. La mayor parte de ellos hacen una reinterpretación posterior. Aducen que la profecía era correcta, pero no se refería al fin del mundo sino a otra cosa. Esto ocurrió con los milleristas en 1844, dando origen a los adventistas, o con las previsiones hechas por los Testigos de Jehová, nacidos bajo la influencia del adventismo, para las predicciones de 1914, 1918 y 1925. Afortunadamente existe otra forma de abordar este tema del fin del mundo y esa forma es el racionalismo.
Como racionalista se que solo puedo aceptar algo de lo cual hayan pruebas suficientes. Debo exigir evidencias, lo cual incómoda a los creyentes, pues esto va en contra vía con la fe. Antes de creer algo porque lo dice la Biblia, preguntémonos ¿tengo que creer algo simplemente porque está en la Biblia? ¿Por qué he de considerar más cierto lo que dice la Biblia que lo que dice otro libro? Muéstrenme las pruebas por favor.
Volvamos a la historia de los "leones pasteadores" que predican testigos de Jehová, evangélicos y adventistas. ¿No será esta historia fruto más de la esperanza humana que un aspecto real? ¿No serían las predicciones fallidas de los testigos de Jehová un esfuerzo humano más, sin nada de sobrenatural, lo que guio el proceso? ¿No serían las visiones de Priscila y Maximila, en la época de los primeros cristianos fruto de alguna enfermedad cerebral? ¿Quizás epilepsia de lóbulo temporal? ¿No tendría también un problema epiléptico Elena G. de White cofundadora del adventismo quien veía visiones del fin del mundo? ¿No será lo del Armagedón de los Testigos de Jehová un mito más como las historias de Zeus y Poseidón? ¿Son las palabras de los evangelios realmente lo que dijo Jesús, o serían tergiversaciones, o peor aún, inventos, ya que los evangelios se escribieron muchos años después de su muerte? ¿Cómo saberlo? Como ya vimos, existían diferentes y contradictorios evangelios en los primeros días de la cristiandad. Sabemos que los libros que conforman la Biblia fueron fruto de un Concilio ¿Y cómo sabemos que los miembros del concilio escogieron los libros correctos? ¿Qué tenían los miembros del Concilio de especial para escoger los evangelios cuando ya habían pasado siglos después de los hechos que narraban? Las preguntas son incómodas para los creyentes, pero solo examinado las respuestas que nos den a la luz de las evidencias podremos acercarnos a lo cierto.
Cuando recibí el volante de los Testigos de Jehová le pregunté a la amable señora: ¿Cómo he de saber que esto si será cierto y no pasará igual que en 1925? ¿Mil novecientos que...? respondió. El año de 1925 fue señalado por Joseph Franklin Rutherford, segundo presidente de los Testigos de Jehová, como la fecha del inicio de ese nuevo mundo, que ilustran en sus volantes. En 1925, según él, resucitarían los personajes bíblicos Abraham, Isaac y Jacob, para disfrutar los deleites de ese nuevo mundo. ¿Pero donde acomodar a tan famosos personajes? A fin de recibir a los patriarcas, Rutherford mandó construir una lujosa mansión en San Diego, California, que llamó Beth Sarim (Casa de los príncipes). Por supuesto que el dinero provenía de los creyentes... Ni modo que los feligreses fueran groseros con los patriarcas bíblicos.
El libro Millones que ahora viven no morirán jamás de 1920 dice textualmente:
"Por lo tanto podemos esperar confiadamente que el año 1925 marque el retorno de Abrahán, Isaac, Jacob, y los fieles profetas de la antigüedad, particularmente aquellos mencionados por el Apóstol en Hebreos capítulo once, a la condición de la perfección humana."
—Millones que ahora viven no morirán jamás, 1920. p.90.
Pero nada de lo predicho ocurrió y como Beth Sarim no podía quedar deshabitada, Rutherford decidió vivir allí hasta su muerte. Personalmente me queda la duda de cómo pretendía Rutherford comunicarse con los resucitados. ¿Les enseñaría Rutherford clases de inglés o él ya estaba aprendiendo hebreo antiguo?
Esta predicción fallida (hay varias en su historia), es poco conocida por los más de siete millones de seguidores actuales del movimiento. Esto no constituye la excepción, sino que es algo común en los movimientos milenaristas (que predican el pronto fin del mundo). "Olvida los no aciertos y refuerza la fe", parece ser la regla. Esto fue justo lo que ocurrió tras la "no venida de Jesús" profetizada para el 22 de octubre de 1844, por Guillermo Miller. Un milenio después de Montano la historia se repitió, pero las creencias en un Jesús en el cielo y que volvería, quedaron curiosamente vivas.
Los seguidores del granjero Guillermo Miller lo dejaron todo, y se reunieron para esperar la segunda venida del Señor. A medida que el día pasaba la tensión se acumulaba, el nerviosismo y las esperanzas de un mundo mejor por llegar se unían. Miller ya había profetizado el fin del mundo para el 21 de marzo y el 18 de abril de ese año. Sin embargo, la fe pudo más que la razón. Pocos días después uno de los seguidores de Miller dijo haber tenido una visión en la que veía a Jesús entrando en el lugar santísimo del Santuario Celestial. Según el vidente (el señor Hiram Edson), Miller no se había equivocado en la fecha, tan solo en el acontecimiento. De esta manera se dio inició a la Iglesia Adventista, cuyos feligreses (ya pasaron los 14 millones de fieles) esperan desde hace más de 150 años el inminente regreso de Jesús.
Si por casualidad usted se preguntó que está haciendo Jesús en ese recinto especial del Santuario desde 1844, la respuesta adventista es que Jesús está realizando el "juicio investigador". Proceso que determinará quien se salva y quien no. Cuando Jesús terminé -dicen ellos- regresará a la Tierra a poner fin al sufrimiento. La verdad no puedo imaginarme a Jesús revisando los casos como si fuese un abogado humano. Por otro lado me queda la pregunta ¿Por qué tiene que molestarse Jesús con esos trámites, acaso él no lo sabe todo? Y esa demora de Jesús en resolver los casos ¿Tendrá problemas con los archivos? ...O ¿No será esto del "juicio investigador" fue una excusa nacida desde la fe para encubrir una profecía no cumplida?
Sin embargo, el fallo más grande en cuanto a estas predicciones se encuentra en las narices de todos los fundamentalistas. En la mismísima Biblia. En Mateo 16: 28 Jesús dijo: "De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán de la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino." Según esto, el segundo regreso de Jesús se daría mientras vivieran algunos de los escuchas de ese sermón. Cosa que lógicamente no pasó. En otro texto, Jesús dijo: (Mateo 24: 30) "Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo..." En el verso 31 aclara: "De cierto os digo que no pasará está generación hasta que todo esto acontezca."
No obstante los creyentes buscan interpretaciones por fuera de contexto. Interpretan generación como una gran cantidad de tiempo, dicen que se Jesús se refería a la última generación, lo cual es absurdo, etc., etc. La solución racionalista es sencilla, pero enteramente fastidiosa para los fundamentalistas: Sencillamente Jesús nunca mencionó esas palabras, ya que los evangelios fueron escritos entre los años 70 y 120 D.C. Para ese entonces ya había transcurrido suficiente tiempo para inventar historias. Los primeros cristianos esperaban que Jesús regresará en su época, razón por la cual, estas narraciones en las que el mismo Jesús prometía un pronto regreso les caía como anillo al dedo.
Los historiadores tienen suficientes evidencias para afirmar que los cristianos del siglo I y II esperaban la segunda venida para su época. Esto lo corrobora el libro de Apocalipsis, en el que un Jesús aparecido en una visión dice: (Apocalipsis 22: 6-7) "...para mostrar las cosas que deben suceder pronto. ¡He aquí, vengo pronto!" ¿Acaso pronto quiere decir más de 2.000 años?
¿Qué implicaciones tiene la proliferación de estas ideas? Para muchos no hay mayor problema aparte del enriquecimiento de algunos líderes y la desilusión de algunos creyentes de vez en cuando. Pero la falta de pensamiento crítico ha mostrado ser peligrosa para la sociedad. Para 69 adultos y 17 menores de la secta de los davidianos el fin llegó el 19 de abril de 1993. El FBI acusó al grupo que se encontraba encerrado en un rancho en Waco, Texas, de posesión de armas y abuso sexual de menores. Después de 51 días el FBI entró al rancho después de un largo cerco en el que hubo intercambio de disparos y muertos de lado y lado. David Koresh, el líder de la secta, quien se autoproclamó reencarnación de Jesús, también murió calcinado junto con sus seguidores luego de la toma por el FBI.
También es preocupante que algunos creyentes en el fin del mundo mezclen sus ideas con la política, trayendo fatales consecuencias. El historiador Guillermo Fatás al respecto afirma que:
"Estas creencias, que a unos parecerán respetables y a otros no, tienen una particular vocación de aplicación social e inmediata y no son neutras, ni asunto personal o íntimo, cuando sus defensores las aplican en la vida política sin tener en cuenta los derechos básicos de la comunidad. Durante la presidencia de Ronald Reagan, este espíritu inquietante mostró su influencia en lugares insospechados de la administración estadounidense. En 1981, el Secretario de Interior James Watt, un pentecostal declarado, anunciaba incesantemente no estar preocupado en demasía por la explotación intensiva de los recursos naturales, en su creencia de que se ignoraba "cuantas generaciones quedaban hasta el retorno del Señor" (sugiriendo que no serían ya muchas)."
El fin del mundo: Apocalipsis y milenio. Fatas Cabeza, Guillermo. 2001. Pág 185.
Por último, no dejo de asombrarme de la división maniquea que los creyentes del fin del mundo tienen. Ese exclusivismo religioso, en que solo los que son de su grupo son los buenos y todo lo ajeno a ellos es malo, conlleva al sectarismo y a la discriminación por motivos religiosos. "El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto" decía Jorge Luis Borges ilustrando claramente que el invento de Zoroastro y copiado por los judeocristianos y los musulmanes no es más que eso.
No obstante todo lo dicho anteriormente, nunca se podrá convencer a un creyente de lo contrario porque la fe religiosa no se basa en la razón. Y esto es lo más peligroso que tienen las religiones. El rechazo del escepticismo en la religión es lo que hace que un religioso moderado de hoy pueda ser un sectario mañana. Pero a pesar que las religiones y sectas pervivan es necesario ensalzar más que nunca el racionalismo, pues cuando alguien opta por revisar sus creencias racionalmente en lugar de aceptarlas por tradición o una supuesta revelación, esta dando un paso adelante hacía una sociedad crítica y librepensadora.

  Fuente: http://www.sindioses.org/examenreligiones/findelmundo.html