viernes, 3 de junio de 2011

EL JEFE

El jefe

—¡Oh, Señor! Ya que he tenido la dicha de llegar hasta Ti, por favor, concédeme una respuesta. ¿Por qué Tú, que todo lo puedes, nunca Te manifiestas abiertamente ante los hombres? ¿Por qué siempre das a conocer Tu voluntad por medio de profetas e iluminados?

—Oh, es muy sencillo. De esta manera, si las cosas salen mal... nadie podrá probar que yo estaba detrás de todo.