viernes, 17 de diciembre de 2010

REAL ACADEMIA PRESENTA POLÉMICA ORTOGRAFÍA

Tras la polémica generada por la nueva edición de la Ortografía razonada del idioma español, algunas de las propuestas adelantadas a comienzos de noviembre fueron "suavizadas" para la redacción final de la obra, presentada el jueves en Madrid, capital de España, pese a las protestas de los hablantes.

Así ocurrió, por ejemplo, con la sugerencia de unificar los nombres de las letras del alfabeto en todos los países de habla hispana y llamar "ye" a la "i griega", "be" a la "be larga", "be alta" o "be grande", y "uve" a la "ve corta", "ve chica"" o "ve pequeña".

En la edición presentada el jueves en la capital española, esa propuesta figura sólo como una recomendación que "no implica interferencia en la libertad que tiene cada hablante o cada país de seguir aplicando a las letras los términos que venía usando, algunos de ellos (como la 'i griega') con larga tradición de siglos".

Otras nuevas reglas, empero, sí se deberán aplicar a partir de ahora, como escribir sin tilde "guion" y truhan", ya que en el caso de las palabras con diptongo cuya pronunciación también pueda ser la de un hiato, la nueva ortografía establece que prevalece la primera y, por lo tanto, no se acentúa.

Además, se suprimen la "ch" y "ll" como letras del alfabeto.

La nueva edición quiere ofrecer una "ortografía científica más razonada y cuidadosamente explicada donde todo esté justificado" y con la que la Comisión Interacadémica quiso establecer coherencia y simplicidad en el sistema lingüístico, señaló el coordinador de este volumen, Salvador Gutiérrez Ordoñez.

Así, los hispanoparlantes ya no deberán escribir con mayúscula inicial las fórmulas de tratamiento y los sustantivos que designan títulos y cargos, y poner sencillamente "majestad", "el rey" o "el papa". La ortografía de personajes de ficción como "Caperucita Roja" o "la Ratita Presumida", sin embargo, seguirá siendo la misma.

Por otra parte, el adverbio "solo" podrá ser escrito a partir de ahora con o sin acento gráfico, al igual que los pronombres demostrativos (este, ese y aquel).

"A partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de doble interpretación porque las posibles ambigüedades son resueltas casi siempre por el propio contexto comunicativo", según los académicos.

"Son normas pensadas sobre todo para el sistema educativo", explicó el director saliente de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.

La nueva edición de la ortografía es la primera de verdadero carácter panhispánico, ya que fue elaborada, durante los pasados ocho años, por las 22 Academias de la Lengua Española, incluyendo la de Venezuela. Según subrayan los académicos, es "más científica, coherente y exhaustiva" que la de 1999 y nace con la vocación de ser una "ortografía para todos" y de servir "a la unidad" del idioma.

La obra se pondrá a la venta a partir de este viernes en España y a partir de la próxima semana en América Latina, con una tirada inicial de 85 mil ejemplares.

Hablantes rebeldes
Los académicos encargados de preparar la nueva Ortografía, que este viernes estará ya en las librerías, bien lo saben. Lo han vivido en sus propias carnes estas últimas semanas. Cuando se filtró en el debate público algunos de los cambios que pretendían acometer, se alzó un escándalo mediático sin precedentes. Las reticencias frente a sus iniciativas correctoras (o evolucionistas, según se mire) alcanzaron una gran repercusión. Los puntos más polémicos estaban, sobre todo, en la i griega, que pasaba a denominarse ye, y en la uve, que pasaba a llamarse así, uve, algo que en España no planteaba ninguna novedad, pero que para los 350 millones de hispanohablantes no europeos suponía romper con su nomenclatura tradicional, porque ellos la llaman b baja, b corta o b chica, según el país.

Una ye discrecional

Las Academias de la Lengua han decidido suavizar el tono, para evitar entrar en fricción con la costumbre de los hablantes. Y por eso, frente a su deseo de quitarle los apellidos a las letras, para que se queden sólo con sus nombres, han optado por la discrecionalidad en detrimento de la imposición. A partir de ahora se podrá, pues, escribir i griega o b baja sin incurrir en una incorrección, pero advierten que su propósito para el futuro es fijar las denominaciones simples . En el terreno de la recomendación también queda la supresión de la letra q cuando equivale al fonema k, como en cuórum, cuásar, Irak y Catar.

Sólo o solo
Otra de las iniciativas más controvertidas, la de eliminar la tilde de del adverbio sólo y de los pronombres demostrativos (este, ese...), ha sido salvada con la misma decisión salomónica (algunos dirán ambigua) de dejarlo a criterio del hablante. Es decir, se recomienda su supresión pero no se censura.

Truhan, guion, hui
Donde sí se han puesto serios los académicos es con el acento gráfico de los monosílabos con diptongo ortográfico. ¡Atención, hispanohablantes del mundo, las siguiente palabras dejan de tildarse!: “Guion, truhan, Sion, hui, lie, riais, jesuita...”. El hecho de que en algunas zonas de España se pronuncien como hiatos no ha sido obstáculo para su erradicación definitiva. Aquí no hay medias tintas. Sobre quien ose acentuarlas caerá todo el peso de la ley lingüística. Así como sobre quien coloque la tilde encima de la o disyuntiva. Ahora hay que escribir, por ejemplo: “Había 20 o 30 niños". Y la ch yll pasan a considerarse dígrafos y, en consecuencia, dejan de formar parte del alfabeto como letras. Era una muerte anunciada. En el último diccionario de diccionario de la RAE de hecho ya no figuraban.


Fuente: 
http://www.rnv.gov.ve/noticias/?act=ST&f=16&t=144905