viernes, 17 de junio de 2011

CARTA ABIERTA: AL PROFESOR JOSÉ LORETO PALMA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA,EL MEÓLLO DEL ASUNTO.

Saludos profesor Loreto:

Primeramente debo participarle que no presenté la 1ra.parcial de estadística-746 debido a que en esa misma fecha y hora tenía que presentar otra prueba de desarrollo y como ésta consta de dos momentos y la 746 de tres momentos, opté por presentar la otra y así evitar la tortura psicológica de las pruebas simultáneas. Ahora bien, al analizar la prueba realizada por usted para la 1ra.parcial de la 746 y las soluciones dadas y publicadas por usted, observo que sus respuestas en cuanto a metodología y procedimiento son distintos a los establecidos en el libro obligatorio de la asignatura (Estadística aplicada a los negocios y la economía de Allen L. Webster) y en mi opinión, crea cierta confusión al estudiante (Es mi caso).Ejemplo:

El planteamiento hecho en la prueba elaborada por usted (Distinta a la del nivel central) en el objetivo1 (Capítulos 6 y 7 del libro antes citado) deduzco que se refiere al capítulo 7 sección 7.3- Intervalo de confianza para media en el caso de muestras pequeñas-La distribución t. En esta sección se muestra un procedimiento distinto al utilizado por usted en su modelo de respuesta y es más el resultado obtenido por mí para este objetivo utilizando la fórmula y el procedimiento descrito en el libro, difiere al dado por usted. Mis datos son:

Grado de libertad (g.l)= n-1 = 15-1=14; para un nivel de confianza del 95% el valor t (según la tabla F del apéndice III del libro de Webster)= 2,145; media de la muestra= 258,933; S²= 258,066; S (variación estándar de la muestra)= 16,064; aplicando la fórmula dada en el libro tenemos: µ = 258,933 ± 2,145 (4,148) →

µ = 258,933 ± 8,897 por lo tanto, I.C. (95%)= 250,036 <= µ <= 267,8360 →

I.C (95%)= (250,036; 267,830).

Como puede usted apreciar este resultado difiere del dado por usted en su modelo de respuesta para el objetivo 1 y es más el intervalo dado en su respuesta más que confianza parece de desconfianza ya que los limites inferior y superior del mismo ni siquiera están en la muestra; por consiguiente, pregunto ¿Estoy errado en mis cálculos? ¿Es la situación apreciada y el procedimiento  hecho por mi incorrecto? ¿De donde obtuvo el procedimiento aplicado por usted?
 y, si el fundamento de mis apreciaciones son correctas ¿No cree usted que  el procedimiento aplicado por usted al objetivo 1 difiere del aplicado en el libro obligatorio y por consiguiente, está ajeno al mismo por lo que confunde al estudiante y hace a esta asignatura demasiado compleja y difícil de superar?

En mi opinión, usted atenta contra el estudiante al hacer de esta asignatura una misión casi imposible dado la complejidad que usted le imprime; Profesor Loreto,  para los estudiantes de contaduría pública y de administración de empresa la asignatura estadística debe limitarse a los conocimientos elementales y necesarios que sean de utilidad para nuestro ejercicio profesional, nuestras aspiraciones (Salvo excepciones de parte interesada) no es ser un experto en estadística (tal como usted caprichosamente pretende), nosotros lo que deseamos es graduarnos sin trabas de ninguna especie y si las circunstancias futuras ameritan un conocimiento más avanzado en esta especialidad(Estadística) dejemos que sean estas circunstancias las que nos  orienten en su debida oportunidad.

Usted como conocedor del área debe intuir como nosotros que el nivel central (Caracas) al elaborar las pruebas y los planteamientos de los trabajos prácticos lo hacen de una manera sencilla  entendible para los estudiantes (Aunque las mayorías de las veces los trabajos prácticos no están adaptados a las epecifidades de las carreras) y los grados de dificultad de la asignatura son subsanados con esta simplicidad entonces, ¿Por qué complicarnos nuestra aspiración a graduarnos? ¿Le es difícil a usted entender esto?

Atentamente.

Freddy José Gil Zerpa, C.I. No. 3.672.917 estudiante del 9no.semestre de Contaduría Pública en la Universidad Nacional Abierta- Centro local Anzoátegui.

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Freddy José Gil Zerpa <fgilzerpa@gmail.com>
Fecha: 26 de mayo de 2011 16:22
Asunto: Solicitud de aclaratoria
Para: José Romero Loreto <jlaurentum@yahoo.com>

LO CONTRARIO A LA RIGIDEZ MENTAL

La rigidez mental define a una persona que es incapaz de asumir las críticas por parte de los demás, que no atiende a las opiniones de los amigos y que cree estar en posesión de la verdad siempre y en cualquier circunstancia. La falta de flexibilidad muestra la falta de autoestima de una persona que necesita tenerlo siempre todo bajo control para vivir. Es decir, no se permite improvisar ni ser espontánea. Por tanto, una persona con un elevado grado de rigidez mental se pierde la capacidad de ser creativa, de vivir en función de los dictados del corazón y de la libertad.
Por el contrario, la flexibilidad define a una persona con un grado de superación importante que es capaz de adaptarse con facilidad a las circunstancias externas. Existen varios puntos que definen a una persona flexible:
  1. Se trata de una persona optimista que es capaz de adelantar lo bueno que va a suceder en el futuro en lugar de pensar en lo malo.
  2. Por otra parte, se trata de una persona con capacidad de introspección, es decir, con capacidad de autocrítica. Cualquier persona que tiene la capacidad de reflexionar sobre sí misma puede mejorar. Existen tantos modos y formas de vivir que el diálogo nos permite estar en contacto con los demás para poder aprender de otros puntos de vista. A veces, la verdad es relativa cuando hablamos de la vida.
  3. Una persona flexible es capaz de afrontar la novedad con optimismo. Sin duda, puede ser muy duro arrepentirte toda la vida de no realizar algo que deseabas. Merece la pena superar el miedo para disfrutar al cien por cien de la vida en contacto con los sentidos.
  4. Una persona flexible se enfada menos puesto que se siente bien consigo misma y prefiere aprovechar el tiempo de forma constructiva.

¿QUÉ ES RIGIDEZ MENTAL?

La Rigidez MentalDr. Renny Yagosesky
En la vida cotidiana, tomamos decisiones y nos relacionamos, en razón de nuestras pautas mentales, es decir, creencias, valores y actitudes. Dado que el mundo y las situaciones son variables, suele resultar problemático quedarse anclado en lo que denominaremos aquí, la rigidez mental. Siga leyendo.
Desde que Heráclito dijo que “todo cambia en todo momento”, y Buda señaló que “el signo de la vida es la impermanencia, hace ya más de 2.500 años, estas declaraciones se han convertido en pauta y norma de vida, al menos para las personas sensatas y reflexivas.
Sin embargo, pese a la indiscutible certeza de esta afirmación, la mayoría de las personas parecen preferir ignorarla, y adoptar una actitud de resistencia e indignación, que no modifica el rumbo de la vida, pero sí afecta sus relaciones y su salud, generándoles malestar y conflictividad.
Estas consecuencias derivan de la rigidez mental, que definiré aquí como un “estado de negación o resistencia a aceptar ideas, actitudes, conductas o eventos, que consideramos diferentes, o amenazantes para nuestra visión de la realidad y el deber ser.”
La rigidez mental suele venir acompañada de emociones negativas y de conductas limitantes. Es frecuente que quien se resiste a un evento que valora como adverso (lluvia, exceso de vehículos en la vía, aumento en los precios, etc.) manifieste respuestas emotivas intensas como la rabia, y sus típicas conductas asociadas, como agresividad y violencia.
La rigidez mental suele asociarse con actitudes como el perfeccionismo, el rechazo, la intolerancia y la confrontación, pues las personas de mentalidad rígida, tienden a solicitar y a esperar que los demás se adhieran a sus percepciones, deseos, intereses y necesidades, y cuando esto no ocurre, es frecuente que se lancen a discutir, amenazar o criticar. Los menos agresivos, aunque similarmente rígidos, pueden optar por “tragarse” el malestar, lo que, invariablemente, tiende a afectar su bienestar y su salud, a mediano y largo plazo. Además, este estilo confrontador o reprimido de la persona rígida, deja atrás una larga lista de personas emocionalmente heridas, cuya respuesta más común es alejarse y rechazar.
Para desmontar esta tendencia, es necesario comenzar por realizar una autoevaluación honesta de nuestras tendencias mentales, y detectar los síntomas de rigidez, mayoritariamente aprendidos, que suelen aparecer como disposiciones reiteradas. Entre esas: queja, crítica, reactividad impulsiva ante cambios en las rutinas que controlamos, empeño en dirigir a otros, sobreexigencia, etc. También, se hace patenten en las personas rígidas, cierta dificultad para adaptarse a lugares, personas, conversaciones y estilos novedosos y diferentes.
Conviene recordar que en el modelo de Inteligencia emocional presentado por Salovey y Mayer, y popularizado por Daniel Goleman, figura la “habilidad social”, como uno de sus componentes, la cual se describe como “la capacidad de reconocer y saber adaptarse a pautas comportamentales de otros grupos y ambientes.” La falta de habilidad social, indica baja inteligencia emocional.
También, además de detectar los hábitos de rigidez mental, es necesario modificar las pautas mentales limitadoras, por lo que se deben asumir como valores nuevos, que: el cambio es permanente, que se requiere tolerancia ante las diferencias, que resulta imposible controlar siempre las conductas de otros, que es necesario y posible vivir de una manera más relajada y placentera, y que la vida es finita pues envejecemos y morimos, por lo que conviene aprovechar las horas, días, semanas, meses y años para vivir mejor y contribuir al bienestar de todos. Finalmente, que todos estamos relacionados y nos afectamos mutuamente.
Esto, aclaro, no significa que debamos transigir con todo y todos, pues hay conductas, ética y moralmente inaceptables, ante las cuales corresponde resistirse, como las autocráticas, abusivas y perversas.
Lo cierto es que hay demasiadas personas con rigidez mental, que es una tendencia que puede superarse, y que el conocimiento, la observación y la experiencia son las llaves del sentido común, que es base de una convivencia adecuada y feliz.
La conducta debe ser variable como la vida. Cuando se fija, cuando se rigidiza, debe revisarse y rescatar la flexibilidad y el fluir. Gracias por leerme. www.laexcelencia.com


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