viernes, 11 de febrero de 2011

LA CURIOSA HISTORIA DE UN ESPAGUETI VOLADOR

El mostruo del espagueti volador (MEV) es un simpático icono de culto por parte de aquellos que se hacen llamar pastafaris. Éstos a menudo son considerados frikis , y muchos consideran al MEV como un objeto con el cual ironizar acerca de la influencia social de las religiones. Lo que muchos no conocen es que el MEV nació como una defensa de la enseñanza de ciencias en las aulas públicas de EEUU. Esta es la historia de este amable personaje.Deja un comentario

Estados Unidos es un país lleno de contradicciones, es el resultado del trabajo de sus padres fundadores con la amalgama de las personas de todo el mundo que tomaron posteriormente ese país como tierra de provisión. Durante muchos años EEUU fue un país de colonos, abierto a aventureros de medio mundo y a perseguidos de todo tipo que encontraron una tierra donde prosperar si se tenia ganas de trabajar.
La Constitución de los EEUU fue redactada por una minoría intelectual heredera del espíritu de la Ilustración y muy influida por grandes intelectuales europeos. Este documento fue diseñado de tal forma que separaba perfectamente el poder legislativo del ejecutivo, y además le daba carácter laico al estado, ninguna religión se debía de imponer sobre el poder ejecutivo ni sobre el resto de creencias. Los padres de la patria reflejaban por escrito que no querían dejar a la justicia en manos de los gobernantes de turno ni al estado a merced de fundamentalistas religiosos. Y es que conocían bien a esos fundamentalistas ya que muchos de los primeros pobladores de EEUU eran puritanos, un grupo protestante perseguido en Inglaterra, país que vio con buenos ojos su destierro al otro lado del océano.

Uno de los artículos de la Constitución de los EEUU separa claramente la iglesia del estado y en virtud de él en las escuelas públicas de los EEUU no se puede enseñar religión. Ese artículo es el que evita que ideas religiosas como el creacionismo, que está basado en una interpretación literal de la Biblia, sea enseñado en las escuelas públicas. Sin embargo si tienen algo los creacionistas es perseverancia, y no han dejado de mover cielo (nunca mejor dicho) y tierra para imponer sus criterios. En un principio contraatacaron en tres frentes: (i) intentaron que la evolución fuera considerada una idea, no científica, sino religiosa, (ii) diseñaron una asignatura llamada “ciencias de la creación” que según ellos cumplía los requisitos para ser ciencia y (iii) cuando quedó claro que las “ciencias de la creación” era religión se alinearon con el concepto del “diseño inteligente” para introducir su creencia en la creación según el Génesis dentro de un movimiento que no aludía a ninguna religión en particular. Y esta estrategia tuvo su premio, al menos en algunos distritos educativos. Así en 2004, el consejo de educación de Kansas obligó a que se enseñaran tantas horas de evolución como de diseño inteligente (DI), ya que ambas (según ellos) tenían validez científica.
El origen del MEV está relacionado con este acontecimiento. En el 2005 el físico estadounidense Bobby Henderson envió una carta abierta al consejo educativo de Kansas protestando por la inclusión del DI, al entender que éste no era más que creacionismo disfrazado. Y entonces es cuando introdujo una pequeña jugarreta que se ha hecho célebre: afirmó que dado que el diseño inteligente podía ser enseñado como origen de las especies en el planeta, se incluyera al “pastafarismo” como teoría alternativa a la evolución. Esta teoría está basada en que un par de bolas de albóndigas voladoras rodeadas de una masa de espagueti (el llamado monstruo del espagueti volador) creó el mundo y todos los seres vivos. En esa carta se exigía que se le dedicara el mismo tiempo a las tres teorías.
Creo que todos podemos esperar con entusiasmo el momento en que estas tres teorías reciban el mismo tiempo en nuestras clases de ciencia por todo el país, y finalmente el mundo; un tercio del tiempo para el Diseño Inteligente, un tercio para el Monstruo de Espagueti Volador, y un tercio para las conjeturas lógicas basadas en una abrumadora cantidad de pruebas observables.
Henderson avisó de que tomaría acciones legales en el caso de que no hicieran caso a su petición. Internet se encargó de empezar el efecto “bola de nieve”. El número de simpatizantes creció exponencialmente y la prensa empezó a hacerse eco de esa iniciativa. Al poco tiempo el Monstruo de Espagueti Volador se convirtió en un símbolo de la lucha contra la enseñanza del diseño inteligente en los colegios públicos. El propio Henderson se mostró sorprendido de la repercusión de su “broma”, pero dejo bien claro en algunos medios de comunicación su postura:
No tengo problemas con la religión. Con lo que tengo problemas es con la religión que pretende hacerse pasar por ciencia. Si existe un Dios y es inteligente, creo que tendría mucho sentido del humor.
Finalmente el DI dejó de ser enseñado en diversas escuelas estatales por orden del Tribunal Supremo de los EEUU y gracias al trabajo de la National Center for Science Education (ver entrevista con Eugene Scott, a los científicos que actuaron como especialistas y a los demandantes. El MEV ya había echado a volar y su movimiento ha cobrado una enorme popularidad internacional como culto religioso: se organizan congresos, se le dedican cientos de fotos, se le escriben versos, se abren páginas web dedicadas a él, en resumen se le trata como una deidad. Y la estretagia que Henderson empleó para poner en evidencia al DI es utilizada empleando al MEV para parodiar los argumentos pseudocientíficos que a menudo utilizan los magufos. Así que ¡larga vida al Monstruo del Espagueti Volador!

Estructura tridimensional de una proteína (izquierda) que se manifiesta como aparición del MEV (derecha). Fuente: Un planeta con canas                               

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