sábado, 14 de agosto de 2010

¿EXISTIÓ JESÚS? FALSIFICACIONES, FRAUDES, Y FICCIONES (Parte 8 de 16)


Como la mente religiosa recae sobre creencias y fe, la persona religiosa puede heredar una dependencia sobre cualquier información que apoye una creencia y que incluya historias fraudulentas, rumores, información no confiable, y ficciones, sin la necesidad de revisar fuentes, o de investigar la confiabilidad de la información. Aunque cientos de aseveraciones fraudulentas existen sobre Jesús, presentaré solo tres ejemplos que parecen tener vida propia y se han propagado a través de la comunidad religiosa y especialmente en internet.
El Manto de Turín.
Muchas personas “de fe” creen que el manto representa la verdadera tela en la que Jesús fue sepultado y aseveran que la imagen sobre esa tela representa una imagen real “fotográfica” dejada ahí por el cuerpo crucificado.
La primer mención del mando viene de un tratado (escrito o dictado) por Geoffroi de Charny en 1356 quien dice haber poseído la tela (ver The Book of Chivalry of Geoffroi de Charny). Después, en el siglo 16, de pronto apareció en una catedral en Turín, Italia. (Nótese que miles de supuestas reliquias de Jesús han aparecido en catedrales en todo Europa, incluyendo la madera de la cruz, cálices, sangre de Jesús, etc. Estos artefactos se probaron populares y sirvieron como un próspero instrumento comercial que llenó de dinero las canastas de las iglesias).
Tristemente, muchas personas de fe creen que en realidad existe evidencia científica que respalde sus creencias en la autenticidad del manto. Considerando como los defensores del Manto usan las palabras, “ciencia”, “hecho” y “auténtico”, sin justificación científica real, e inclusive incluyen a pseudo-científicos (sin mencionar la palabra “pseudo”) a testificar a sus conclusiones, no debería ser sorpresa que una persona de fe no cuestionara su información y sus motivos. Programas de televisión también han aparecido que defienden la autenticidad del manto. La ciencia, sin embargo, no opera mediante programas de televisión que tienen un interés comercial y no tiene ningún interés por engañar al público.
Expertos alrededor del mundo consideran a la tela de lino de 4.5 metros de largo, que ha estado en la catedral de Turín desde 1578, como una falsificación gracias a las pruebas de fechado por carbono realizadas en 1988. Tres laboratorios independientes de fechado por radiocarbono en Zurich, Oxford y la Universidad de Arizona dieron un rango de resultados de origen del manto de entre 1260 – 1390 E.C. (consistente con la época de la aseveración de Charny de su posesión). Joe Zias de la Universidad Hebrea de Jerusalén llama al manto una falsificación incuestionable. “No solo es una falsificación, sino es una mala falsificación”. El manto en realidad muestra a un hombre cuyo frente mide 5 centímetros más que su espalda y cuyas manos alargadas y brazos indican que pudo sufrir de gigantismo si es que vivió. (También leer Inquest On The Shroud Of Turin: Latest Scientific Fidings de Joe Nickell).
Walter C. McCrone, et al, (ver Judgment Day For The Shroud Of Turin) descubrió ocre rojo (un pigmento encontrado en al tierra y usado ampliamente en Italia durante la Edad Media) en la manta que forma la imagen del cuerpo, y también pintura de vermilio, hecha de sulfuro merúrico, para representar sangre. Los descubrimientos científicos revelan que el manto es en realidad una pintura del siglo 14, no una tela de dos mil años con la imagen de Cristo. Otra señal reveladora, es que ningun escolar Bíblico o científico (con credibilidad), cita al manto de Turín como evidencia para un Jesús histórico.
El Ataud de Santiago
Inclusive muchos teólogos se creyeron este fraude. La edición de Nov./Dic. 2002 de Arqueología Bíblica (Biblical Archaeology Review) anunció un artículo de “exclusiva mundial” sobre evidencia de Jesús escrita en piedra, aseverando que habían encontrado el osario de “Santiago, Hermano de Jesús” en Jerusalén. La historia explotó en las noticias y apareció ampliamente en televisión y periódicos alrededor del mundo.
Interesantemente, anunciaron el descubrimiento como “la referencia histórica más antigua de Jesús jamás encontrada”. Ya que afirmaban que la escritura en la caja era de alrededor del 70 E.C., lo cual inclusive estaría de acuerdo con esta tésis (de que no existe evidencia contemporánea de Jesús). (Nótese que aunque el escrito de la caja se hubiera probado auténtico, no proveería de evidencia para Jesús simplemente porque nadie sabía quién lo escribió o por qué. Solo mostraría la primer mención indirecta de un supuesto Jesús y no serviría como evidencia contemporánea simplemente porque no existió sino hasta mucho después de la supuesta muerte de Jesús).
Sin embargo, la aseveración de autenticidad de la caja de entierro de Santiago, se probó particularmente vergonzosa para la revista Arqueología Bíblica y para quienes lo creyeron sin cuestionarlo. Sólo unos cuantos meses después, arqueólogos determinaron que la escritura era una falsificación (y bastante obvia) y descubrieron al responsable quien fue arrestado (verBone box linked to Jesus is a fake y A fake? James Ossuary dealer arrested, suspected of forgery).
Lamentablemente, las noticias sobre el fraude nunca estuvieron a la par con la euforia de las numerosas publicaciones del descubrimiento y muchas personas siguen creyendo esta historia como verdad hasta hoy.
Cartas de Poncio Pilato
Esto sería algo extremadamente gracioso si no fuese por los trágicos resultados que pueden ocurrir al creer en ficción: muchos fieles (especialmente en internet) tienen una fuerte creencia de que Poncio Pilato en realidad le esribió cartas a Séneca en Roma en donde menciona a Jesús y sus supuestas curaciones milagrosas.
Considerando la falta de interés de investigación de la mente religiosa, sería interesante al lector crítico que la fuente principal de las cartas de Pilato viene del libro de 1928 de W.P. Crozier llamado “Cartas de Poncio Pilato: Escritas Durante Su Gobierno de Judea a su Amigo Séneca en Roma“. El libro cita a Cozier como el editero como si representase a un estudioso quien editó las cartas de Pilato. Bueno, por el título al menos parece que Pilato escribió algunas cartas no? Sin embargo, desconocido o ignorado por los fieles sin criterio, este libro representa la primer novela de Crozier, un recuento ficticio de lo que el penso que Pilato hubiera escrito.
Durante su primer publicación, nadie creyó que esta novela representaba hechos y reseñas de aquellos tiempos revelaban que era una obra de ficción.
Crozier, un editor de periódicos, estudió en la Universidad de Oxford y mantuvo un interés en Latín, Griego y la Biblia. Escribió esta novela como si representase cartas escritas por Pilato. Por supuesto que ningún estudioso citaría esto como evidencia porque no existe ninguna carta de Pilato a Séneca, y Séneca nunca menciona a Jesús en alguno de sus escritos.
La creencia en las cartas de Pilato representa una de las creencias de moda más interesantes como evidencia de Jesús, sin embargo, también revela como los mitos, las falsificaciones y las ficciones pueden influir y entrar en el pensamiento religioso. A cientos de años de hoy, los recuentos ficticios de Crozier pudieran terminar siendo tan “confiables” como hoy lo son los evangelios.

Fuente: Dios es Imaginario-www.diosesimaginario.com

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